¿Te asaltan las dudas acerca de qué material escoger para tus muebles de exterior? ¡Es normal! Hay muchos y cada uno tiene unas características concretas. Madera, polipropileno, cuerda, forja, acero… Seguro que te haces preguntas y como tú muchas otras personas. Lo mejor es conocer las respuestas a las dudas reales porque con esa información podrás tomar la decisión adecuada para decorar tu exterior. Según tenas una terraza descubierta, un porche resguardado del sol o un balcón en una zona de playa.

El material determina el acabado del mueble y algo el estilo del mismo. Pero sobre todo debes escoger el material de los muebles de terraza y jardín según lo que busques. Más comodidad, calidez, que soporte el salitre, que se pueda mojar o lavar de un manguerazo, que no necesite mantenimiento… en todas estas cuestiones sí es relevante el material elegido. En cuando al diseño, la mayoría de los materiales se pueden adaptar. Si bien es cierto que algunos se prestan más a un estilo decorativo determinado, hoy hay muebles de madera clásicos y modernos.

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La madera que se usa en los muebles de exterior son variedades resistentes que sí se pueden mojar. Es decir, un mueble de jardín o terraza de madera puede estar en contacto con la lluvia. Lo bueno es que cuando empieza la temporada, para que luzcan como nuevos, se pueden lijar suavemente y aplicar un aceite que nutra la madera para que recupere su aspecto original. Y eso que con el sol, la madera tiende a adquirir un velo grisáceo que no desaparece totalmente. Fundamental que el mueble sea de una madera resistente a la humedad y a los cambios de temperatura, como la de teca, la robinia, el cedro o la acacia. Precisamente por ese lijado y aceitado que comentábamos, son muebles que precisan de mantenimiento. Para su limpieza, es mejor no usar agua sino retirar el polvo con un paño. Y siempre están mejor debajo de un techado, pérgola o cobertizo.

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Y la podrás encontrar en muchos acabados y tonalidades. Por supuesto, su tono final se puede alterar con barnices. Además, la madera se puede adaptar tanto a un acabado más tosco o natural o uno más pulido. Por eso es perfecta para muebles de todos los estilos decorativos. Esta butaca que ves parece hecha directamente con ramas o pequeños troncos, con sus irregularidades. Es de teca blanqueada con cojines desenfundables y resistentes a los UV.

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Sí, se oxida. Por eso se aplica un producto antioxidante o pintura con estas propiedades. Muchos muebles de este material se lacan en horno para que la pintura sea más duradera. El hierro es un material robusto y duradero. Su mayor inconveniente es que es pesado por lo que no se pueden mover cómodamente los muebles. El diseño de los muebles tiende a acercarse más a un estilo clásico aunque en piezas más actuales se rebaja su peso, como ves en este ambiente exterior. Aplicando periódicamente un barniz protector se evita que aparezca el óxido.

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No suele ser necesario. El aluminio es un material resistente y ligero. Además, su coste tampoco es elevado. La principal ventaja por la que no tendrás que pintar un mueble de exterior en aluminio es que no se oxida. Se vende en diferentes colores y siempre podrías pintarlo con pintura en aerosol específica. Aunque su acabado se asocia más a muebles de diseño actual, es posible crear muebles contemporáneos mezclando aluminio con detalles en madera o cuerda. El textileno aparece en muchos muebles con aluminio para hacer más confortable el asiento y el respaldo. Es un material muy apropiado para crear estructuras de muebles de jardín.

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En sí mismos, no. Porque es un material duro. Pero como indicábamos, siempre se acompañan de otros acabados que hace que asiento y respaldos sean más confortables. Y o bien se hace con textileno o cuerda directamente en la estructura del mueble o bien con cojines que se pueden quitar, como en este conjunto de muebles de exterior en acero pintado de colores. La estructura además cuenta con una chapa ranurada y reposabrazos de madera de Iroko. Es el modelo Capa de Gandía Blasco con superficie acolchada en tapicería náutica.

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Es un tejido muy usado en muebles de exterior. Se trata de una malla de vinilo recubierta con PVC lo que hace que sea muy resistente (también al moho) y apto para aguantar al aire libre. Se puede mojar y se confecciona en diferentes colores. Resiste la exposición al sol, agua, cambios de temperatura, humedad y aire libre. Y se limpia fácilmente con agua y jabón. Se puede usar un cepillo de cerdas suaves o la manguera. La ventaja es que usado en respaldos y asientos hace que estos se adapten ligeramente a la forma del cuerpo, haciendo el mueble más confortable.

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Seguro que has visto muchos muebles de exterior, si estás buscando conjunto para tu terraza, diseños que mezclan estructuras de aluminio con cuerda. No todas son cuerdas como tal. Las hay especiales náuticas que aguantan a la intemperie, el sol, el agua e, incluso, el contacto con agua salada. Y también hay cuerdas que lo parecen, pero que en realidad son materiales plásticos. Se usan para hacer trenzados o detalles en la estructura como ves en este porche, decorado por Knowhaus. Si se trata de materiales especiales plásticos o con tratamiento náutico, sí, se pueden mojar porque no se absorbe la humedad, que puede producir deterioro.

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No debes. Si esta está descubierta o tu jardín no cuenta con una zona techada, no debes escoger muebles de exterior de fibra natural. Si bien entre sus ventajas destaca su ligereza y su aspecto natural y artesanal, el polvo se acumula en su trenzado y es difícil limpiar. Y es importante que sepas que se decoloran y estropean en contacto directo con el sol. Además, no se pueden mojar porque absorben el agua, que termina por pudrir y oscurecer las fibras. Según la fibra natural que escojas (mimbre, ratán, bambú…) tienen unas características u otras, pero en general, ten en cuenta que lo ideal es que los muebles en este material queden protegidos, mejor en porches y terrazas cubiertos. Para protegerlos algo más del sol y el salitre en ambientes de costa, trata cada pieza con barniz incoloro. Para limpiarlos lo mejor es retirar el polvo con un aspirador de mano y lavarlo con un cepillo suave con agua y dejar que seque bien.

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No se puede contestar que sí a esta pregunta porque no es un material mejor que otro pero sí cada uno aporta características concretas. La fibra sintética se inspira en la apariencia de la fibra natural, por lo que resulta muy estética; pero tiene lo mejor de los materiales sintéticos en cuanto a limpieza, resistencia, durabilidad y mantenimiento. Son muebles muy duraderos y resistentes, al tiempo que tampoco resultan caros. Las fibras sintéticas imitan el trenzado natural como el del ratán. Con el tiempo, el sol puede quitar brillo, pero es algo inevitable en muebles de exterior que quedan en contacto directo con el sol. Estos muebles, al estar hechos con resinas y plásticos, se limpian con agua y jabón. Venden limpiadores específicos en espray que llegan a cada recoveco del trenzado y devuelven algo de brillo. Su mantenimiento es mínimo. Así que tendrás una terraza cómoda con una estética cuidada.

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Dependerá del diseño del mueble en sí que escojas, pero no tiene que perder ese aire chic tu terraza, porche, patio o jardín por recurrir a muebles de plástico. PVC, poliestileno o polipropileno son dos de esos plásticos más usados en el diseño de muebles de exterior. Son económicos y ligeros. Se limpian con agua y jabón y no necesitan más mantenimiento que la limpieza. Es posible encontrar muebles en estos materiales de diseño cuidado y ergonómicos para que resulten más confortables, ya que el plástico como tal es duro. Y siempre se puede incorporar un cojín -apto para exterior- para mullir la superficie. Fíjate en esta imagen con el sillón Acapulco, un icono del diseño hecho en plástico. Debes saber que los de color blanco, tienden a amarillear con el tiempo y el contacto con el sol. El truco para que el exterior no pierda estilo es combinar el plástico con otros materiales más nobles.

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